¿Qué diferencia hay entre la enseñanza tradicional y el Método Suzuki?
Existen varias diferencias en la manera de abordar el aprendizaje del instrumento entre la enseñanza tradicional y el Método Suzuki.
- En el Método Suzuki es muy importante el papel de los padres, haciéndoles partícipes de todo el proceso. Son un apoyo fundamental creando un ambiente musical positivo para sus hijos y asistiendo en el estudio en casa.
- La música se aprende a través de la imitación y el oído, mientras que en la enseñanza tradicional se hace a través de la partitura. Los alumnos del Método Suzuki comienzan la lectura de partituras cuando ya han adquirido destreza con el instrumento y madurativamente están preparados para ello (en torno a los 7 años).
- Preparación de los profesores. Las Federaciones Nacionales Suzuki se encargan de la formación de profesores, sólo dando el certificado después de un examen a cada uno de los profesores. Para aprobarlo no sólo deben tener la titulación superior de instrumento sino preparar trabajos sobre pedagogía del instrumento, el desarrollo psicomotriz de los niños, la filosofía del Método y cómo enseñar cada una de las piezas del repertorio. Además deben observar 20 horas de clases de profesores experimentados y dar a su vez clases tuteladas por los profesores formadores. Esto hace que haya una garantía con respecto a la preparación de estos profesores para enseñar instrumento a los alumnos. En la enseñanza tradicional los profesores sólo necesitan su titulación superior de instrumento, sin tener una preparación específica para ser profesores.
- Clases de grupo. En el Método Suzuki además de las clases individuales hay clases de grupo desde el primer momento. Los niños aprenden unos de otros, hacen juegos pasandolo bien juntos y crean amistades con la música y el instrumento en común, lo que a medio y largo plazo tiene un impacto muy positivo en la relación del niño con el violoncello. En la enseñanza tradicional esto no sucede hasta que los alumnos no llevan varios años tocando y se incorporan a grupos de cuerda u orquestas.
– “Veo que las clases de instrumento son a partir de tres años, ¿podría empezar ahora mi hijo de 7 años?
¡Por supuesto!, cualquier momento es bueno para comenzar. Las clases individuales se adaptan al ritmo de aprendizaje de cada alumno por lo que ¡nunca es tarde!.
– ¿Necesito comprar un violín o un violoncello antes de apuntar a mi hijo?
No es necesario. Primero hay que confirmar con el profesor qué tamaño es el apropiado para el alumno, y esto se decide por la altura, no por la edad. Existen varios tamaños, desde el más pequeño que es el violín o cello 1/16 pasando por 1/10, 1/8, 1/4, 1/2 y 3/4 hasta el más grande y tamaño definitivo para los adultos que es el 4/4.
– ¿Tengo que saber música para poder apuntar a mi hijo?
No es necesario. En la clase el profesor va dando las pautas para que entendáis las partituras y podáis así asistir a vuestro hijo en el estudio del instrumento en casa.